Ilustración de Wolf Erlbruch |
(Terpsícore puede más que Morfeo)
Saludando cortésmente a la buena Mamá Juno
(Son las XII de la noche, del mes doce a 31)
Entran: Junio, Julio, Agosto, Setiembre, Octubre y Noviembre.
Enero, Marzo y Abril, Mayo, Febrero y Diciembre.
Síguelos el Viejo Tiempo, con traje de soberano.
(El Patriarca de los Siglos a quien ninguno conoce).
Y tomadas de la mano,
Formando rueda y bailando la vieja danza del brinco:
La seis, la ocho, la nueve, la diez, la once, la doce,
La una, la dos, la cuatro, la tres, la siete y la cinco.
(Anuncian: está Terpsícore.) Todos despiertan y ríen:
El gran salón se ilumina con mil resplandores blancos;
Barba Azul corre en sus zancos;
Raras macabras armónicas los instrumentos deslíen,
Y sin que haya espiritistas saltan las mesas y bancos.
Byron, Tirteo y Quevedo se olvidan de que son cojos,
Rabelais y el gran Leopardi no saben ya sus defectos;
Homero y Milton se muestran, ambos, con grandes anteojos;
los cuerdos se vuelven locos y arlequines los proyectos.
(Por bailar a misia Parca también se le van los ojos).
Saludando cortésmente a la buena Mamá Juno
(Son las XII de la noche, del mes doce a 31)
Entran: Junio, Julio, Agosto, Setiembre, Octubre y Noviembre.
Enero, Marzo y Abril, Mayo, Febrero y Diciembre.
Síguelos el Viejo Tiempo, con traje de soberano.
(El Patriarca de los Siglos a quien ninguno conoce).
Y tomadas de la mano,
Formando rueda y bailando la vieja danza del brinco:
La seis, la ocho, la nueve, la diez, la once, la doce,
La una, la dos, la cuatro, la tres, la siete y la cinco.
(Anuncian: está Terpsícore.) Todos despiertan y ríen:
El gran salón se ilumina con mil resplandores blancos;
Barba Azul corre en sus zancos;
Raras macabras armónicas los instrumentos deslíen,
Y sin que haya espiritistas saltan las mesas y bancos.
Byron, Tirteo y Quevedo se olvidan de que son cojos,
Rabelais y el gran Leopardi no saben ya sus defectos;
Homero y Milton se muestran, ambos, con grandes anteojos;
los cuerdos se vuelven locos y arlequines los proyectos.
(Por bailar a misia Parca también se le van los ojos).
Acerca de Julio Herrera y Reissig:
Poeta uruguayo nacido en 1875. Su poesía evolucionó del simple romanticismo al simbolismo y la escuela parnasiana, convirtiéndolo en uno de los seguidores del modernismo en Sur América junto a Leopoldo Lugones, Díaz Mirón y Jaimes Freyre, entre otros.
Dueño de un rico lenguaje, en ocasiones barroco, empleó con frecuencia los temas oníricos, surrealistas y mágicos. Su madurez poética se conoció en buena parte después de su muerte ocurrida tempranamente en 1910. De su obra merecen destacarse: «Wagnerianas» en 1900, «Las pascuas del tiempo» en 1900, «Los maitines de la noche» en 1902, «Sonetos vascos» en 1906, «Los parques abandonados en 1908, «Clepsidras» en 1910 y «Los éxtasis de la montaña» publicados en 1913.
Dueño de un rico lenguaje, en ocasiones barroco, empleó con frecuencia los temas oníricos, surrealistas y mágicos. Su madurez poética se conoció en buena parte después de su muerte ocurrida tempranamente en 1910. De su obra merecen destacarse: «Wagnerianas» en 1900, «Las pascuas del tiempo» en 1900, «Los maitines de la noche» en 1902, «Sonetos vascos» en 1906, «Los parques abandonados en 1908, «Clepsidras» en 1910 y «Los éxtasis de la montaña» publicados en 1913.
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