6 jul 2011

Algunas reflexiones sobre la Literatura para Jóvenes

 El placer de leer no es natural, pero sí la necesidad de soñar e imaginar.
    Al entrar al liceo se pasa de la lectura libre a la Literatura obligatoria y tal vez por ese motivo se deja de leer.
     

    El adolescente necesita modelos, espejos, en los que reflejarse, ídolos con los que identificarse y que le ayuden a desinhibirse, a descargar adrenalina, y en quien poder verter sus confidencias más íntimas.
    Comienza a adoptar una actitud de protesta o crítica frente al mundo adulto y a la disciplina que se le impone.
     

    El joven entreteje vínculos afectivos vívidos, unas veces positivos (amor, ternura, amistad) y otras negativos (odio, rivalidad, celos).

    Los afectos, los sentimientos, las emociones adquieren especial trascendencia. La falta de comunicación con padres y demás adultos le hará refugiarse en sus iguales, ante los cuales desnudará su alma.

    La resolución de sus problemas familiares se le antoja imposible por lo que se vuelca en la defensa de valores más universales como la paz, la justicia y la solidaridad.
    Los temas problemáticos –drogas, paro, delincuencia, sexo– son un tabú para su entorno familiar y por eso bucea en busca de novelas que traten estas situaciones desde perspectivas realistas y asépticas.
     

    Cuestiona las reglas morales convencionales en favor de sus propios criterios de conciencia.
    Los nuevos modelos familiares –padres separados o ausentes, nuevo emparejamiento de los progenitores– crean en los adolescentes numerosos interrogantes. 

    El lector juvenil está interesado por temas que le ayuden en: 
    • la búsqueda de su propia identidad;
    • el conocimiento del mundo y de los demás;
    • la formación de una filosofía de la vida;
    • plantearse problemas y responsabilidades sociales;
    • el entendimiento de sus emociones.
    El joven desea libros en los que:
    • se le entienda y acepte como es;
    • se reflejen sus inquietudes;
    • pueda desarrollar su imaginación;
    • halle respuestas a las preguntas que no se atreve a plantear al adulto;
    • pueda gozar y disfrutar relajadamente;
    • el lenguaje sea literario, preciso y realista;
    • se clarifiquen situaciones problemáticas:    

    -personales: búsqueda de la identidad, sentido de la vida y la muerte, autorrealización -sociales: convivencia familiar, convivencia en grupos, descubrimiento del amor, amistad, inconformismo, rechazo de convencionalismos, insolidaridad, violencia, delincuencia juvenil, consumismo, lucha contra las injusticias, racismo y xenofobia, igualdad entre los sexos... 
      Fragmentos de un artículo de Kepa Osoro Iturbe
      Artículo completo AQUÍ


      Sugerencias de lecturas para jóvenes

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